la calidad de la piel se ve afectada por cómo duermes

La calidad de la piel es un aspecto al que cada uno de nosotros le dedica mucha atención.

Son muchos los remedios que aplicamos para que nuestra piel se mantenga luminosa y sana, sobre todo cuando vemos que, con los años, las cosas empiezan a cambiar.

En el baño, nuestros estantes están repletos de productos para la piel: limpiadores, mascarillas, tónicos y cremas. De vez en cuando los cambiamos porque parece que no surten en efecto que nos esperábamos.

Pero ¿y si te dijéramos que uno de los principales secretos para mejorar la calidad de la piel es disfrutar de un buen descanso?

Al fin y al cabo, nuestro cuerpo no deja nunca de trabajar, especialmente cuando dormimos.

A través de numerosos estudios, la ciencia ha demostrado que el descanso nocturno es el momento en el que tienen lugar los principales procesos de recuperación fisiológica de nuestro cuerpo, desde los mecanismos más internos hasta llegar a la epidermis.

Sea como sea es importante cuidar de la piel a diario. Así pues, descubre por qué no deberías prescindir de un descanso regenerador, ni siquiera por unas pocas noches.

Cómo afecta el descanso a la calidad de la piel

Efectivamente, si lo piensas bien, tras pasar una noche particularmente agitada, tu cara habla por sí sola. Los ojos son el espejo del alma y, también, de los mecanismos de funcionamiento internos

Las señales de un mal descanso en el rostro

El instituto sueco Karolinska (Estocolmo) realizó un interesante estudio para comprender cómo nuestro rostro se comunica y nos da alarmas de “falta de sueño”.

El grupo de investigación estaba compuesto por 20 hombres y 20 mujeres de entre 20 y 30 años. Adultos muy jóvenes, en perfecto estado de salud y sin trastornos del sueño, a quienes se les valoró el nivel de calidad de la piel al inicio del estudio.

A continuación, el grupo fue sometido a 10 días de reducción de las horas de sueño, pasando de 7,5 horas por noche a 5 horas por noche, y al final se les hizo de nuevo una valoración como la del inicio. El objetivo era el de comprender cómo nuestro rostro puede cambiar incluso tras unos pocos días de descanso inadecuado.

Los resultados fueron impresionantes.

Después de tan poco tiempo, las personas que se sometieron a aquella privación del sueño mostraban signos evidentes alrededor de los ojos: hinchazón y enrojecimiento, párpados caídos, ojeras y círculos oscuros.

Y eso no es todo.

También la piel mostró evidentes diferencias. Todos ellos mostraban una piel más pálida, con arrugas superficiales sutiles que antes no tenían, y con una importante pérdida de consistencia, especialmente alrededor de las comisuras de la boca.

Un mal descanso penaliza nuestras relaciones

Quizás nos resulta fácil comprender que una reducción del sueño puede dejar señales en el rostro, pero para algunos tal vez no es tan obvio pensar que la falta de sueño complica nuestras relaciones, poniendo en crisis nuestra capacidad de resultar atrayentes y triunfadores.

Un estudio del 2017 intentó comprender por qué estamos menos predispuestos a socializar con personas que han dormido poco y si una reducción de las horas de sueño, incluso durante 2 días, es suficiente para impactar en la percepción que los demás tienen de nosotros.

En concreto, se analizó cómo la imagen que proyectamos a los demás cambia cuando dormimos poco. Y al parecer resultamos menos atractivos y más enfermizos. 

En dicho estudio participaron alrededor de 150 personas.

Un grupo de 25 jóvenes universitarios con una salud óptima se sometieron a la reducción del sueño. Habían sido seleccionados cuidadosamente: ninguno de ellos era fumador y tampoco tenían síntomas de problemáticas del sueño, sino más bien hábitos y ritmos cotidianos constantes y repetitivos.

Asimismo, se involucró a 122 personas de edades comprendidas entre los 18 y los 65 años para que hicieran de evaluadores. Se les pidió que se relacionaran con los jóvenes seleccionados y estudiaron su comportamiento con ellos, lo cual sería la prueba definitiva.

¿Se relacionarían de manera diferente con los sujetos con privación del sueño que con quienes habían descansado correctamente?

Cuando dormimos menos somos menos atrayentes

También en este caso los resultados fueron impresionantes, sobre todo si tenemos en cuenta lo breve que fue el periodo de privación del sueño: solo 2 días.

Los evaluadores confirmaron lo que habían teorizado los investigadores. Todos mostraron menos interés al socializar con las personas que habían sido sometidas a una reducción del sueño. Además, cada uno de ellos valoró de manera muy negativa a las personas que habían dormido menos horas.

Después de haber dormido solo 4 horas durante 2 noches, a estas personas se les evaluó como menos atrayentes, somnolientas y con poca salud respecto a los 2 días precedentes.

La calidad de tu piel depende de cómo duermes

Lo que es importante comprender es que el descanso nocturno es el momento en el que nuestro cuerpo no solo recupera energías, sino que también activa los procesos de regeneración de los tejidos. Y esto se aplica a la mente, a los músculos y también a tu piel.

El flujo de la sangre, cuando duermes, aumenta para llegar a la dermis y reconstruir el colágeno, reparándolo de los daños provocados por la exposición a los rayos UV.

Reconstruir el colágeno supone mejorar la calidad de tu piel, reducir las arrugas y en general eliminar los signos de la edad.

¿Dónde apoyas tu rostro?

Ya has visto que la calidad de tu descanso influencia indirectamente la de tu piel, pero lo que sí tiene un efecto directo es la calidad de tu almohada.

Cuando duermes por la noche, inevitablemente, apoyas tu cara en la misma superficie durante 6-7 horas consecutivas.

Si además sufres de trastornos del sueño, tu noche es más agitada y por tanto tu rostro se somete todavía a más estrés. Mueves continuamente la almohada y la colocas en las posiciones más absurdas, haciendo que tu rostro esté cada vez más arrugado.

Cuando la almohada no es la adecuada, la sensación de incomodidad y de insatisfacción aumenta exponencialmente.

La almohada se transforma en la causa principal tus sueños inquietos y de esa molesta sensación que no logras descifrar, pero que termina haciéndote pasar una noche en vela.

Además, si la superficie no es suficientemente transpirable, tu piel lo sufrirá inevitablemente, llegando incluso a provocar rojeces y erupciones cutáneas.

Este es el motivo por el que Nightingold ha decidido crear un producto innovador, capaz de garantizar una experiencia de sueño personalizada y de ofrecer descansos energizantes.

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