las fases de nuestro sueño El sueño es un proceso complejo y dinámico que afecta la manera en la que funcionamos en maneras que los científicos apenas empiezan a comprender. Durante la noche nuestro sueño se ve afectado por una alternancia de 4 etapas diferentes: eso es lo que se conoce como ciclos del sueño.

Un ciclo del sueño consiste en pasar por las distintas etapas, desde el sueño ligero hasta el sueño profundo y después en sentido contrario hasta terminar en la fase REM, esa en la que soñamos. No debes subestimar ninguna de estas etapas: cada una de ellas es importante para realizar buenos ciclos del sueño.

Intentemos ahora entender mejor el complejo mecanismo que se esconde detrás de nuestro Descanso y, por tanto, detrás de nuestra salud.

Arquitectura del sueño

La arquitectura del sueño es el patrón cíclico que se da en el cambio de una etapa del sueño a otra. Esto nos permite obtener una imagen de cómo se ve nuestro sueño durante toda la noche, teniendo en cuenta tanto las varias profundidades del sueño como la activación de la vigilia. La arquitectura del sueño puede representarse a través de un gráfico llamado hipnograma.

Generalmente, hay entre 4 y 5 ciclos de sueño en una noche, y cada uno de ellos dura entre 90 y 120 minutos, incluyendo desde las etapas de sueño más ligero hasta las más profundas. Cada una de las fases es importante para un descanso de calidad y para una buena salud

Veamos más en detalle esta cuestión.

El ciclo del sueño

Hay dos tipos básicos de sueño: el de movimientos oculares rápidos (REM o “rapid eye movement”) y el no-REM (que tiene tres fases diferentes). Cada uno está relacionado con ondas cerebrales concretas y una actividad neuronal específica. Cuando duermes, pasas por todas las etapas no-REM y REM varias veces durante la noche, yendo hacia periodos REM más largos y profundos a medida que se acerca la mañana

El ciclo del sueño es la progresión por las varias fases del sueño no-REM hasta llegar a la fase REM, tras la cual se empieza de nuevo la progresión con el sueño no-REM.

Ahora bien, las personas no pasamos de repente de un sueño profundo a un sueño REM. De hecho, un ciclo del sueño consiste en pasar por las distintas etapas del sueño no-REM, desde el sueño ligero hasta el profundo, y después en sentido contrario desde el sueño profundo hasta el ligero, terminando entonces en la fase REM, tras la que se vuelve al sueño ligero.

Generalmente, las personas comenzamos un nuevo ciclo del sueño cada 90-120 minutos, lo que suma de 4 a 5 ciclos por noche.

El tiempo de sueño medio de una persona (aproximadamente de 6 a 8 horas para los adultos) puede dividirse en dos partes. La primera mitad, para la mayoría de la gente, consiste mayormente en un sueño profundo con periodos esporádicos de la Etapa 1 y fases REM cortas. A medida que avanza la noche, el sueño ligero aumenta y se alargan las fases REM.

Sigue leyendo para descubrir cuáles son las características de cada una de las etapas del sueño.

Etapas del sueño

Ya has visto que tus 6-8 horas de sueño consisten en la alternancia de diferentes ciclos del sueño (de 4 a 5 por noche) y que un ciclo del sueño en sí mismo se trata de la progresión por las varias fases de sueño no-Rem y sueño REM.

Un ciclo del sueño completo pasa por 5 fases diferentes:

  • fase no-REM
    • fase 1: la fase más ligera
    • fase 2 y fase 3: preparándose para el sueño profundo
    • fase 4: el sueño profundo
  • fase REM

Para la mayoría de la gente, un ciclo del sueño empieza con un breve periodo de Fase o Etapa 1, es decir, esa en la que el cuerpo empieza a relajarse.

las 4 fases de sueño non-REM                   una de las 5 fases de sueño: la fase REM

La fase más ligera – Fase 1

El sueño ligero empieza tu ciclo del sueño y actúa como transición hacia fases de sueño más profundo. Durante esta etapa tus músculos empiezan a relajarse, tu ritmo cardíaco y tu respiración se ralentizan, y te despiertas más fácilmente. Durante el sueño ligero es normal experimentar lo siguiente:

  • los músculos se relajan y puedes tener espasmos
  • la respiración se ralentiza
  • el ritmo cardíaco baja
  • la temperatura corporal se reduce
  • empieza el sueño

La Fase 1 es la etapa más ligera del sueño no-REM y a menudo se define por la presencia de movimientos oculares lentos. Esta fase soñolienta puede verse fácilmente interrumpida, lo que provocaría que te despertaras y te activaras de nuevo. Durante esta breve etapa (que dura algunos minutos) la actividad de tus ondas cerebrales empieza a ser más lenta que cuando estás despierto/a.

Mientras están entrando y saliendo de la Fase 1, algunas personas puede que experimenten ocasionalmente una sensación de caída, tics nerviosos (llamados Mioclonos) o espasmos musculares repentinos

Aunque despertarse y reactivarse sea frecuente en la Fase 1, se trata de una etapa importante ya que permite al cuerpo prepararse para entrar en la Fase 2, la primera etapa cuantificable del sueño no-REM.

Preparándose para el sueño profundo – Fase 2 y Fase 3

La Fase 2 es la primera etapa del llamado sueño no-REM. En esta segunda fase tu cuerpo se prepara para el sueño profundo. No resulta tan fácil despertarse como en la Fase 1 del sueño y el movimiento lento de los ojos empieza a ser más discontinuo. El latido de tu corazón y la respiración se ralentizan, tus músculos se relajan cada vez más y tu temperatura corporal baja. La actividad de las ondas cerebrales es lenta, aunque puede estar marcada por breves incrementos de la actividad eléctrica.

La Fase 2 dura más que la Fase 1. Generalmente, esta segunda etapa ocupa aproximadamente el 40-60% del tiempo total de sueño.

El sueño profundo – Fase 4

Cuando entras en la tercera fase, ya se puede decir que estás en un sueño profundo. De hecho, a la Fase 3 se la conoce como “sueño profundo no-REM”. Se trata de la etapa más restauradora del sueño, por lo que reduce tu necesidad de descanso, y tiene lugar en largos periodos durante la primera mitad de la noche. Se compone de ondas cerebrales extremadamente lentas, llamadas ondas delta, combinadas con pequeñas ondas cerebrales más rápidas.

Presta atención a esta fase si duermes la siesta

Si te echas una pequeña siesta durante el día, no tendrás problemas para dormirte por la noche. Sin embargo, si la siesta dura tanto como para que llegues al sueño profundo, te será más difícil dormirte por la noche porque habrás reducido tu necesidad de descanso.

Despertarse durante el sueño profundo es raro y, a menudo, resulta difícil despertar a alguien que ha llegado a esa fase. La gente que se despierta de un sueño profundo se siente desorientada y aturdida. Además, las Parasomnias (sonambulismo, la somniloquía o hablar dormido, y los terrores nocturnos) pueden ocurrir también durante esta fase de sueño profundo.

Esta etapa restauradora no dura tanto como la Fase 2, ya que toma entre el 5-15% del tiempo total de sueño en la mayoría de los adultos. Ahora bien, para los niños y los adolescentes esta Fase 3 tiene una duración mucho mayor.

El sueño profundo se centra en tu propio cuerpo

Se trata de la etapa del sueño más rejuvenecedora y restaurativa, fomenta la hormona del crecimiento humana, y restaura tu cuerpo y tus músculos del estrés de todo el día. Asimismo, tu sistema inmunitario también se autorestaura.

Se sabe mucho menos del sueño profundo que de la fase REM. Aunque algunos estudios ya apuntan a que en esta fase el cerebro se refresca y se prepara para adquirir nuevos conocimientos al día siguiente.

Durante el sueño profundo es normal experimentar lo siguiente:

  • la presión sanguínea baja
  • la circulación sanguínea hacia los músculos aumenta
  • se liberan hormonas de reparación (por ejemplo, la hormona del crecimiento)
  • el crecimiento de los tejidos y la reparación celular tienen lugar
  • las ondas cerebrales son largas y lentas
  • el cerebro elimina los residuos

La fase más profunda del sueño, esa en la que soñamos – REM

Pasemos ahora a la última etapa, llamada fase REM (“rapid eye movement” o movimientos oculares rápidos). Se trata de la fase del sueño más profunda, esa en la que soñamos, y que resulta esencial para revitalizar la mente. La fase REM se asocia a los sueños, la consolidación de la memoria, el aprendizaje y la resolución de problemas.

En esta etapa tus ojos están cerrados, pero se mueven rápidamente de lado a lado, debido a los sueños y a la intensa actividad cerebral que tiene lugar en esta fase. Tu respiración se vuelve más rápida e irregular, y tu ritmo cardíaco y tu presión sanguínea aumentan casi hasta niveles propios de la vigilia. Los músculos de tus brazos y piernas se paralizan temporalmente, evitando así que actúes como en tus sueños. A medida que envejeces, dedicas cada vez menos tiempo de tu sueño a la fase REM.

En la fase REM, es normal experimentar lo siguiente:

  • la respiración aumenta
  • hay un incremento del ritmo cardíaco
  • la regulación de la temperatura se desconecta
  • la actividad cerebral es elevada; puede que se tengan sueños vívidos
  • el cuerpo se inmoviliza para evitar que actúes como en tus sueños
  • la circulación sanguínea hacia los genitales aumenta

La fase REM puede darse en cualquier momento del ciclo del sueño, pero en promedio empieza 90 minutos después del inicio del sueño y tiene una duración breve, ya que se trata de la primera fase REM de la noche. Tras esta etapa, el proceso empieza de nuevo con las fases 1, 2 y 3 antes de volver de nuevo a la fase REM, cada vez más larga a medida que avanza el tiempo de sueño.

Generalmente, las personas experimentamos de 3 a 5 fases REM a lo largo del sueño, teniendo el periodo REM más largo justo antes de despertarnos. Despertarse y activarse es más fácil durante esta fase, y si eso sucede, puedes sentirte aturdido o demasiado somnoliento. Si las interrupciones de la fase REM son frecuentes, esto puede desembocar en una multitud de problemas, como la inercia del sueño.

Los sueños

Todo el mundo sueña. Un así lo confirmó, demostrando que toda la gente sueña, independientemente de si recuerdan sus sueños o no.

Dedicas dos horas a soñar cada noche, aunque puede que no recuerdes la mayoría de tus sueños. El porqué de este hecho es desconocido, pero sí se dice que soñar te ayuda a procesar tus emociones. Los acontecimientos del día a menudo invaden tus pensamientos mientras duermes, y es más probable que la gente que sufre de estrés o ansiedad tenga sueños aterradores.

Los sueños pueden tener lugar en todas las fases del sueño, pero normalmente son más vívidos en la fase REM. Algunas personas sueñan en colores, mientras que otros solo recuerdan sueños en blanco y negro.

Una noche completa de sueño

Tu cuerpo pasa por las 4 fases del sueño de 4 a 5 veces cada noche. La progresión entre las varias etapas de sueño no-REM y sueño REM puede verse gracias al hipnograma, tal como se muestra a continuación:

los ciclos de una noche de sueño a través el hipnograma

Como verás, en los ciclos de la primera parte de la noche tiende a haber más sueño no-REM mientras que en los ciclos que tienen lugar más tarde la proporción de sueño REM es mayor. Hacia el ciclo final, puede incluso que tu cuerpo se salte el sueño profundo no-REM por completo.

Teniendo en cuenta que cada ciclo dura 90 minutos más o menos, se puede ver inmediatamente que en general tu cuerpo pasa más tiempo en las fases no-REM del sueño.

Los ciclos del sueño según la edad

El sueño cambia a lo largo de la vida de una persona: como recién nacido, en los años de la infancia, en la edad escolar, en la adolescencia y en la edad adulta.

0 – 4 meses: Recién nacido

En esta etapa no hay ondas del sueño distintivas. El sueño se clasifica en “Activo”, “Tranquilo” e “Indeterminado”. El sueño activo es el equivalente a la fase REM, y el sueño tranquilo corresponde al sueño no-REM. La mayoría del tiempo los recién nacidos están en sueño activo porque eso les permite despertarse frecuentemente (es necesario para alimentarse regularmente).

4 meses – 1 año: Infantes

En esta etapa ya se puede observar la distinción de las fases del sueño estándar. El sueño se consolida y ya pueden desarrollarse rutinas del sueño. Duermen en general unas 10-13 horas cada 24 horas, incluyendo de 2 a 3 siestas durante el día.

1 año – 3 años: Niños

Con los patrones del sueño completamente desarrollados, los niños pasan aproximadamente un 25% del tiempo de sueño en la Fase 3 de sueño profundo, con una proporción casi igual de tiempo en la Fase REM.

El tiempo medio de sueño es de 9,5-10,5 horas cada 24 horas. En general las siestas se reducen a 1 al día, siendo esta más bien pronto por la tarde para permitir un buen descanso nocturno.

3 – 6 años: Preescolar

El tiempo de sueño es similar al de los niños, esto es, aproximadamente 9-10 horas cada 24 horas. La siesta de la tarde tiende a desaparecer cuando el niño tiene 3-4 años. Ahora bien, la proporción de tiempo en la Fase 3 se sigue manteniendo elevada en relación con el tiempo de sueño total.

 6 – 12 años: Edad escolar

El tiempo de sueño no varía (unas 9-10 horas cada 24 horas) y la proporción de Fase 3 en el ciclo del sueño sigue siendo de aproximadamente el 20-25% del tiempo total de sueño. En esta etapa, el sueño restaurador es importante para el crecimiento y el desarrollo.

12 años o más: Adolescentes

El tiempo de sueño para los adolescentes es de aproximadamente 9-9,5 horas cada 24 horas. En esta etapa se producen cambios fisiológicos en el ritmo circadiano, lo que provoca que la hora de inicio del sueño sea más tarde. Este cambio interno explica que muchos adolescentes apaguen las luces más tarde por las noches y después quieran dormir hasta tarde por las mañanas.

Adultos

A medida que envejecemos, el ritmo circadiano vuelve y, para los adultos, el tiempo de sueño tiende a estabilizarse en aproximadamente 6,5-8 horas cada 24 horas.

¿Cuánto tiempo de sueño necesitas?

Tu necesidad de dormir y tus patrones de sueño cambian a medida que pasan los años, pero esto es algo que varía significativamente de una persona a otra, incluso con la misma edad. No existe un número mágico de “horas de sueño” que sea válido para todo el mundo con una cierta edad.

Los bebés inicialmente duermen de 16 hasta 18 cada día, cosa que acelera el crecimiento y el desarrollo (especialmente del cerebro). En la edad escolar los niños y los adolescentes necesitan de media unas 9,5 horas de sueño cada noche. Por último, la mayoría de los adultos necesita de 7 a 9 horas de sueño por noche, aunque después de los 60 años, el descanso nocturno suele ser más corto y ligero, con interrupciones frecuentes.

En general, la gente duerme menos de lo que necesita debido a las largas jornadas de trabajo, a la disponibilidad de entretenimiento permanente y a otras actividades. Mucha gente siente que puede “recuperar” el sueño perdido durante la semana, sin embargo, dependiendo de cuánto descanso hayan perdido, dormir más los fines de semana puede no ser suficiente.

Echa un vistazo a nuestro artículo “La importancia de dormir bien por la noche” , con el que podrás entender mejor qué impacto tiene la privación de sueño en tu salud.

Debes tener en cuenta que tanto la calidad como la cantidad de sueño tienen un impacto directo en tu vida. Ahora bien, la World Sleep Society asegura que la calidad del sueño es un buen indicador de la salud general, el estado de ánimo y la satisfacción vital, más que la cantidad de sueño.

Despertarse durante la noche interrumpe tus ciclos del sueño y, cuando esto es frecuente, la calidad de tu descanso disminuye, cosa que tiene un gran impacto en tu calidad de vida y, desgraciadamente, también en tu salud.

El impacto de una almohada inadecuada en tu descanso

¿Sabes que uno de los principales motivos por los que uno se despierta por la noche es para cambiar de posición, y que la causa de todo esto se esconde en tu cama, concretamente en una almohada inapropiada?

Una almohada que no se adapta a tus medidas te puede generar sensación de incomodidad, provocando un sueño alterado, con la consecuencia de que te despiertas a menudo tratando de encontrar una posición cómoda para dormir. Además, una almohada inadecuada puede afectar negativamente el modo en el que te posicionas en tu cama, haciendo que adoptes malos hábitos de descanso que tendrán un impacto directo en tu columna vertebral y también en tu salud en general.

Si quieres saber si la posición que adoptas al dormir podría estar poniendo tu salud en riesgo, o si te gustaría descubrir cómo mejorar tu postura de sueño, lee nuestro artículo.

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The brand Icon of Nightingold_The Nightingale, a bird whose lirical song is utilized as a treatment to relaxNo dudes en contactarnos para pedir información o realizar cualquier otra consulta. Para ello haz clic sobre nuestro Ruiseñor.

Estamos felices de poner nuestra experiencia a tu disposición.

Sin embargo, por desgracia, disfrutar de un buen descanso no es algo tan común. ¿Sabías que actualmente dormimos menos que nuestros antepasados, y que la calidad del sueño ha disminuido? ¿Conoces los razones por qué dormir bien es tan importante?

importancia del sueño reparador para tu salud.

Una noche de sueño reparador es increíblemente importante para tu salud, tanto como lo son la alimentación saludable y el ejercicio físico.

Un reciente estudio de Kristen Knutson ,catedrática de Neurología e investigadora, ha demostrado que entre 1975 y 2006 hubo un cambio significativo en la duración del descanso nocturno, ya que se produjo un aumento del número de personas que dormían menos de 5,5 horas.

Demográficamente, parece ser que las personas propensas a dormir menos tienen entre 45 y 54 años, y que las mujeres tienden a dormir más que los hombres.

Asimismo, se ha demostrado que existe una correlación directa entre la falta de sueño y el estrés u otras enfermedades psicológicas.

Por qué dormir bien es tan importante?

Cómo te sientes cuando estás despierto depende en parte de lo que sucede cuando estás durmiendo.

¿Sabías que mientras duermes tu cuerpo trabaja para tener un funcionamiento cerebral saludable y para mantener tu salud física? Además, en niños y adolescentes, dormir les ayuda incluso en su crecimiento y desarrollo.

En términos más generales, el descanso nocturno juega un papel vital en la salud y el bienestar a lo largo de toda la vida. Lograr una cantidad suficiente de sueño de calidad puede ayudarte a proteger tu salud mental y física, y a tener mayor calidad de vida.

Los daños causados al dormir mal por la noche

La falta de sueño es un fenómeno que se puede manifestar de diferentes maneras.

Si tienes suerte, te causará solo efectos inmediatos y visibles. Entre los síntomas más comunes están el cansancio y la fatiga, los dolores musculares y el nerviosismo, entre otros.

Sin embargo, la falta de sueño puede ser algo más traicionera, ya que está directamente relacionada con el aumento de algunos problemas de salud crónicos. Y también puede afectar negativamente cómo piensas, reaccionas, trabajas, aprendes y te relacionas con los demás.

Bienestar emocional y Funcionamiento cerebral saludable

El descanso nocturno ayuda a tu cerebro a funcionar correctamente. Mientras duermes tu cerebro se prepara para el día siguiente, reforzando los circuitos para ayudarte a aprender y recordar información.

Un sueño escaso y de mala calidad tiene efectos negativos a largo plazo a nivel cognitivo.

Si no descansas bien podrías tener problemas a la hora de tomar decisiones, resolver problemas o controlar tus emociones y tu comportamiento.

Y ahí no terminan los problemas. La falta de sueño se ha relacionado incluso con la depresión, el suicidio y los comportamientos de riesgo.

Además, los niños y los adolescentes con un mal descanso nocturno tienden a ser más impulsivos, a sentirse enfadados, tristes o deprimidos, y a tener problemas para relacionarse con otras personas.

Salud física

El descanso nocturno también juega un importante papel en tu salud física.

La fortaleza de tu columna vertebral se pone a prueba cada día, y en ello influye especialmente la postura que adoptas al dormir. ¿Conocías el impacto que tu posición para dormir puede tener en tu salud?

Pero eso no es todo. Al dormir reparas el funcionamiento del corazón y de los vasos sanguíneos. Por lo tanto, una falta de descanso continuada puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, diabetes e incluso un derrame cerebral.

Asimismo, la falta de sueño también aumenta el riesgo de obesidad, especialmente en los adolescentes.

Esto se explica porque si no se descansa bien, se pierde el equilibrio de las hormonas que generan sensación de apetito (grelina) o de saciedad (leptina). En consecuencia, el desequilibrio de esas dos hormonas causado por la falta de sueño provoca sensación de hambre, lo que lleva a comer en exceso y a darse atracones.

El riesgo de desarrollar diabetes también puede crecer por culpa de un sueño insuficiente, ya que se crean factores de riesgo como la resistencia a la insulina.

Un buen descanso, en definitiva, te ayudará a gozar de buena salud, a mantener un buen crecimiento y desarrollo y a cuidar tu sistema inmunitario, el cual depende de las horas de sueño para funcionar correctamente y poder responder ante las infecciones más comunes.

Rendimiento diario y Atención

La productividad es otro de los aspectos de la vida diaria que se ven afectados por la calidad de tu descanso. Si tienes falta de sueño, serás menos productivo en el trabajo y en la escuela, tardarás más en terminar tareas, tendrás un tiempo de reacción más lento y cometerás más errores.

¿Sabías que con perder 1-2 horas de sueño cada noche tu rendimiento sufre tanto como si no hubieras dormido nada durante uno o dos días completos?

Asimismo, la falta de sueño puede traducirse en microsueños, es decir, esos breves momentos de sueño que ocurren cuando estás despierto.

Los microsueños no son algo que se pueda controlar y, es más, puede que ni te des cuenta cuando los experimentas. Por ejemplo, ¿alguna vez has estado conduciendo pero después no recuerdas parte del trayecto? Si es así puede que hayas experimentado un microsueño.

Incluso cuando no estás conduciendo, los microsueños pueden afectar tu rendimiento, por ejemplo, si estás escuchando una charla o una conferencia y te pierdes parte del discurso o sientes que no has comprendido toda la información.

Y lo peor es que a menudo las personas no se dan cuenta de que sufren de este problema y siguen pensando que su rendimiento es bueno incluso con un descanso de poca calidad.

En definitiva, la gente en general no es realmente consciente de los riesgos de la falta de sueño.

Signos y síntomas de la falta de sueño

Los signos y los síntomas de la falta de sueño pueden variar entre niños y adultos.

Los más pequeños tienden a estar hiperactivos y a presentar dificultades para prestar atención. Puede incluso que tengan mal comportamiento, y por tanto su rendimiento escolar puede verse afectado. Los niños con falta de sueño pueden parecer impulsivos y estar enfadados, tener cambios de humor, o sentirse tristes, deprimidos y faltos de motivación.

Quizás no te des cuenta de cómo la falta de sueño afecta negativamente tu propia rutina diaria. Mucha gente cree que puede arreglárselas durmiendo poco sin verdaderas consecuencias negativas. Sin embargo, ese es un mito que la ciencia ya ha desmentido, señalando que tener un descanso suficiente y de calidad es vital para la salud mental y física, para la calidad de vida y para mantener los niveles de atención.

Si quieres averiguar si sufres de falta de sueño, prueba a llevar un diario de sueño durante algunas semanas. En dicho diario, anota cuánto duermes cada noche, cómo es tu nivel de atención o tu sensación de descanso por la mañana, y cómo de cansado te sientes a lo largo del día.

Cantidad de horas recomendadas

Después compara la cantidad de horas que duermes cada día con la media recomendada para tu grupo de edad consultando la siguiente tabla de la American Academy of Sleep Medicine (AASM):

tabla de la asociación AASM: cantidad de horas para dormir bien

Es necesario señalar que, si pierdes horas de sueño a menudo o si decides dormir menos de lo recomendado, esa pérdida de descanso se va a ir acumulando. La suma total de ese sueño perdido es lo que se conoce como “deuda de sueño”.

Si necesitas dormir más en tus días libres, esa puede ser una señal de que no estás durmiendo lo suficiente. Y aunque dormir más tiempo en los días de descanso pueda hacer que te sientas mejor, estarás alterando el ritmo sueño-vigilia al que está acostumbrado tu cuerpo.

La postura al dormir y el entorno de sueño están directamente relacionados con tu forma de dormir y tienen también un impacto directo en la calidad de tu descanso.

¿Sabes que a menudo detrás de un sueño alterado se esconde una almohada inadecuada? Una almohada que no cubre tus necesidades te puede generar sensación de incomodidad y hacerte difícil el encontrar la posición adecuada para quedarte dormido/a de manera rápida.

Si quieres tener más información sobre cómo la postura para dormir afecta tu salud lee nuestro artículo dedicado a la cuestión. Nightingold puede ayudarte a crear la mejor almohada PARA TI, en función de tus preferencias, tus necesidades, tu modo de dormir o, aún mejor, según lo que te ayude a cambiar tus malos hábitos a la hora de dormir.

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¿Cuál es la mejor posición a la hora de dormir? ¿Prefieres dormir de lado, boca arriba o boca abajo? Puede que tengas una postura preferida o puede que sientas la necesidad de cambiarla de vez en cuando.

Sea como sea, adoptar una postura correcta durante la noche puede marcar la diferencia sobre cómo te sientes al despertar o, más en general, sobre tu bienestar y tu calidad de vida.

Una buena postura para dormir es la que te permite tener el cuello, y por extensión toda la columna, en una posición “neutra”, es decir libre de tensiones. En la práctica, significa poder alinear la nariz con el centro del propio cuerpo.

¿Estás seguro de estar adoptando la mejor postura para tu cuerpo?

como duermes afecta la cualidad de tu vida

No subestimes el valor de adoptar una postura correcta en la cama: es el lugar donde pasamos alrededor del 40% de nuestra vida.

Además, si lo piensas bien, no existe otro lugar en el que pases tantas horas de manera consecutiva, así que tener una mala postura allí significa impactar seriamente sobre la salud de tu cuerpo.

Tu posición al dormir, de hecho, no afecta solamente la calidad de tu descanso sino tu salud en general. Una postura para dormir inadecuada puede potencialmente ser la causa de dolores de espalda o de tortícolis, de una sensación general de cansancio, de la apnea del sueño, de calambres musculares, mala circulación, dolor de cabeza, ardor de estómago, dolor de barriga, o incluso de las arrugas prematuras.

Y eso no es todo. Algunos estudios han demostrado que una mala postura para dormir puede deteriorar la capacidad de nuestro cuerpo de eliminar las toxinas del cerebro, es decir todas aquellas sustancias de desecho procedentes de la actividad neuronal que se van acumulando a lo largo del día, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar problemas neurológicos (Estudio de la Universidad de Stony Brook).

Y tú, ¿qué posición prefieres para dormir?

Sigue leyendo para descubrir cómo tu postura para dormir puede repercutir en tu salud, según diferentes puntos de vista.

Las 6 posturas para dormir

Las publicaciones científicas han identificado 6 posiciones que normalmente se adoptan durante el descanso nocturno. Estas pueden reagruparse en 3 categorías principales:

3 categorías de las 6 posiciones para dormir: de lado, boca abajo, boca arriba

  1. De lado
  2. Posición Prona (boca abajo)
  3. Posición Supina (boca arriba)

Es difícil mantener la misma posición durante toda la noche. Lo normal, de hecho, es que te despiertes en una postura diferente a la que adoptaste en el momento de dormirte.

Lo malo es que, a menudo, estos cambios de posición se transforman en auténticos trastornos del sueño, ya que causan interrupciones frecuentes de los ciclos naturales del sueño e impactan negativamente sobre la calidad de tu descanso.

Esto no debes pasarlo por alto, si lo haces estarás disminuyendo tu calidad de vida. A menudo, la causa de muchas de las molestias de tu cuerpo se esconde justo en tu cama.

Veamos entonces qué puede ayudarte a mejorar la calidad de tu descanso.

Dormir de lado: las 3 posiciones

Posicion fetal, de tronco y semi-fetal: las 3 posiciones para dormir de ladoDormir de lado es la modalidad más popular hoy en día, ya que la elige el 69% de la población. Parece ser la mejor posición para dormir, sobre todo cuando se elige dormir sobre el lado izquierdo.

Existe una motivación científica que explica esta popularidad. Según lo que afirma la National Sleep Foundation, la posición lateral ayuda a la circulación del cuerpo, teniendo un efecto positivo también en la reducción de los ronquidos. Asimismo, es útil para las mujeres embarazadas: posicionarse sobre el lado izquierdo evita que el útero se comprima contra el hígado, que se encuentra en el lado derecho.

Parece ser, además, que la posición lateral es la mejor para la actividad cerebral. Algunos estudios científicos han asegurado recientemente que durante la noche nuestro cerebro se depura de las toxinas acumuladas durante el día. Pese a que todavía no se haya demostrado científicamente, estos estudios sugieren que existe una correlación directa entre la posición lateral al dormir y una mejora en la capacidad de eliminación de estas toxinas.

¡Pero cuidado! Aunque esta posición sea recomendable para quienes roncan, hay algunos riesgos que debes tener en cuenta, especialmente si sufres de artritis. Veamos esta cuestión más en detalle.

Posición Fetal

el impacto sobre tu salud de la posicion fetalDuermes en una posición Fetal cuando te pones de lado, con las piernas dobladas y encogidas hacia el pecho.

Forma parte de la categoría de posturas de lado y es la más popular, ya que la elige alrededor del 41% de la población adulta.

Desafortunadamente, dormir en una posición fetal tiene algunas contraindicaciones. Veamos cuáles son:

  • La posición puede limitar la respiración diafragmática, estando el cuerpo muy encogido
  • Puede generar sensación de cansancio al despertar, dolores en las articulaciones y rigidez general, especialmente si sufres de artritis
  • Es muy común despertarse con dolor de cuello, sobre todo cuando la almohada no soporta bien la cabeza y la columna vertebral no está alineada correctamente

Una almohada inadecuada no solo provoca dolor de cuello, sino que afecta también a la calidad del descanso, produciendo alteraciones del sueño. Tener una almohada demasiado alta o demasiado baja genera una desalineación de la columna y una consiguiente sensación de incomodidad, lo que lleva a tener que pasar toda la noche buscando una posición cómoda.

Posición de Tronco y Posición Semi-fetal

2 posiciones para dormir de lado y el impacto sobre tu saludEl 28% de los adultos elige dormir en una de las dos posiciones que muestra la figura, donde el busto y las piernas están relativamente rectos o poco curvados.

Estas posiciones son útiles para reducir los ronquidos y, además, permiten mejorar la digestión y pueden incluso reducir el ardor de estómago. Están muy recomendadas, de hecho, si sufres de reflujo gastroesofágico.

Al contrario de la posición fetal, estas dos no someten a estrés la columna vertebral, sino que la estiran de modo natural. Esto permite reducir el dolor de espalda y los dolores de cuello.

Dormir de lado, sin embargo, no es la solución para todos los males. Es más, te puede causar rigidez en los hombros y generar algunos problemas en el apriete de la mandíbula (obviamente del lado que te apoyas).

Y eso no es todo. Algunos estudios sugieren que dormir de lado puede contribuir a la formación de arrugas prematuras, ya que la mitad del rostro está continuamente sometida a rozamientos y presiones contra la almohada.

Este fenómeno es aún más evidente cuando la almohada que usas te resulta incómoda y por ello no dejas de moverte durante la noche, tratando de encontrar una posición cómoda.

Algunos CONSEJOS para quienes duermen de lado

Si prefieres dormir de lado, sigue estos simples consejos para mejorar la calidad de tu descanso:

  • Endereza tu cuerpo lo más posible, evita “clavar” la barbilla en el pecho y no pongas las rodillas demasiado altas. Deberás intentar tener el busto y las piernas alineados y relativamente estirados.
  • Si no puedes evitar adoptar la posición fetal, asegúrate de estar relajado antes de encogerte. Tras haberte tumbado, haz tres respiraciones profundas antes de doblarte y adoptar la posición final.
  • Presta mucha atención a la almohada, y utiliza solo una que se adapte bien a tu constitución y a la forma de tu cuello. Si el cuello no está alineado con la columna, se crearán puntos de presión que se transformarán en dolores al despertar, ya sea tortícolis o dolor en los hombros, y no te dejarán en paz durante días

el impacto sobre el cuello de una almohada no adecuada en la posición de lado          el impacto sobre el cuello de una almohada no adecuada en la posición de lado          el impacto sobre el cuello de una almohada no adecuada en la posición de lado

Posición Prona o boca abajo

la peor posición para tu salud dormir boca abajoSi estás acostumbrado a dormir boca abajo, es importante que sepas que se trata de la peor posición para tu salud. Aunque no eres el único: formas parte del 7% de los adultos que adoptan esta posición todas las noches.

Dormir así reduce los ronquidos porque ayuda a retirar las obstrucciones carnosas de las vías respiratorias. Sin embargo, la posición prona puede empeorar muchos otros problemas.

¿Sueles despertarte con dolor de cuello? ¿Sientes hormigueo en los brazos? ¿Te despiertas cada mañana con sensación de cansancio y rigidez general?

Quienes duermen boca abajo ponen a prueba sus músculos y articulaciones, sometiéndolos a presión todas las noches.

Es probable que esta posición te provoque entumecimiento, hormigueo y dolores generalizados, ya que es especialmente irritante para los nervios del cuello.

También el dolor de espalda, por desgracia, está a la vuelta de la esquina, dada la dificultad de mantener la columna alineada.

Lo mejor sería elegir una posición diferente. Pero si piensas que te será difícil cambiar este hábito, lee nuestras SUGERENCIAS. Descubrirás cómo hacerlo.

Algunos CONSEJOS para quienes duermen boca abajo

La posición prona es verdaderamente dañina para tu columna y tu cuello. Esto es algo que deberías tener en mente, ya que durmiendo así estresas la columna e irritas los fascículos nerviosos.

A menudo esta postura está relacionada con trastornos del sueño. Esto se debe a que te resulta difícil encontrar la posición correcta para dormirte, y entonces te despiertas continuamente (más o menos conscientemente) para cambiar de lado o mover los brazos, que están entumecidos. Además, también pones las piernas en extrañas posiciones intentando aliviar el dolor de espalda.

¿Sabes que a menudo detrás de todos estos problemas se esconde una almohada inadecuada?

Una almohada que no se adapta a las medidas de tu cuerpo te puede generar sensación de incomodidad cuando tratas de posicionarte de lado o, todavía peor, en posición supina. Por eso muchas personas empiezan a dormir boca abajo, adoptando posiciones peligrosas para la cabeza y utilizando solo parte de la almohada, ya que no es la adecuada para ellos.

No tires la toalla e intenta modificar tus malos hábitos. Comprueba si la almohada que estás utilizando es la más adecuada para ti.

Y si estar boca abajo es la única forma en la que consigues dormirte, al menos trata de hacerlo de la mejor manera posible.

  • Utiliza una almohada baja para reducir lo más posible el estrés en torno al cuello. ¿Pero qué significa “baja”? No existe una altura estándar que resulte adecuada para todo el mundo. Esta debe definirse en función de las medidas antropométricas de cada constitución. La experiencia de Nightingold puede ayudarte a resolver este problema.
  • Utiliza una segunda almohada para poner debajo de la zona pélvica, esto puede ser útil si tienes problemas de espalda. Levantar la cadera, de hecho, relaja las tensiones en torno a la zona lumbar. Ahora bien, esta es una solución que debe evaluarse según las particularidades de cada caso.

Posición Supina o boca arriba

posición soldado y posición de estrella, 2 buenas posiciones para dormirEstá considerado que dormir boca arriba es lo mejor para la alineación de la columna. Es también la postura más adecuada para reducir el ardor de estómago si se usa una almohada capaz de levantar ligeramente la cabeza, según las necesidades de cada caso.

Desafortunadamente no es la posición más popular. Solo el 13% de la población adulta duerme de espaldas.

Sin duda es la postura más saludable para la mayoría de las personas, ya que dormir boca arriba permite que la cabeza, el cuello y toda la columna vertebral estén perfectamente alineados, adoptando una posición “neutral”, es decir sin tensiones.

Tal como explica la Cleveland Clinic, esta posición aprovecha la gravedad para mantener el cuerpo alineado sobre la columna, lo que elimina todos los puntos de presión que se crean sobre la espalda, el cuello y las articulaciones.

No habiendo presión en estas áreas, es más difícil sufrir dolores. De hecho, se trata de una postura beneficiosa si tienes dolor de cadera o de rodillas.

Dormir boca arriba es también ideal si sufres de reflujo gastroesofágico, siempre que la almohada levante y soporte tu cabeza lo suficiente. En estos casos es importante que el estómago esté más bajo que el esófago para evitar que la comida o los residuos ácidos suban a través del tracto digestivo.

Sin embargo, la posición supina también tiene sus desventajas.

Si roncas a menudo, esta no es la posición más adecuada para ti, es más, podría empeorar tu situación. Además, no es la mejor manera de dormir si tienes problemas crónicos de espalda. En ese caso podrías incluso empeorar tu condición, y por ello es fundamental que tu almohada tenga el soporte adecuado.

Algunos CONSEJOS para quienes duermen boca arriba

Si no sufres de problemas crónicos de espalda o de patologías específicas de la columna, esta posición es la mejor para ti, siempre que la almohada te soporte correctamente.

Una almohada inadecuada puede transformar una posición correcta en un peligro para tu salud. En efecto:

  • La almohada puede provocar una desalineación importante entre el cuello y la columna vertebral, generando puntos de estrés que se transforman en dolores crónicos en esas zonas.
  • Si no tienes una almohada adecuada a tus medidas, podrías sentirte incómodo y sentir al despertarte que no has encontrado la posición correcta en toda la noche. De este modo tu sueño se vuelve agitado y alterado, y esto tiene un impacto directo sobre la calidad de tu descanso y, más en general, sobre tu calidad de vida.

el impacto sobre el cuello de una almohada muy alta en la posición boca arriba         el impacto sobre el cuello de una almohada muy baja en la posición boca arriba          el impacto sobre el cuello de una almohada no adecuada en la posición boca arriba

La almohada tiene un papel decisivo para mejorar tu postura al dormir, pero saber si la que usas es la más adecuada no siempre es fácil. Nightingold puede ayudarte con su experiencia y el detallado proceso que ha ideado para investigar y comprender cuáles son tus necesidades concretas y así crear una almohada SOLO para TI.

Cómo mejorar tu postura para dormir

La cama, y más en concreto la almohada, son un factor importante para la prevención de problemas vinculados al cuello y la espalda. Más de la mitad de los problemas crónicos de esta zona se generan o se empeoran por culpa de la postura que se adopta en la cama.

Ahora ya tienes más información sobre el impacto que las posturas de sueño tienen sobre tu salud.

Hemos subrayado la importancia de mantener toda la columna en una posición neutral, sin tensiones, y hemos descubierto que la almohada desempeña un papel fundamental dentro de este proceso de alineación.

Asegúrate de tener una almohada adecuada para ti: si es demasiado alta, te arriesgas a que tu cuello se doble demasiado hacia el pecho; si es demasiado baja, tu cuello se doblará hacia arriba.

Probablemente ahora comprendes mejor por qué una almohada estándar no es la mejor solución para todos. Cada uno de nosotros tiene una conformación física diferente, con medidas específicas, y necesidades y hábitos únicos.

Además, lo que resulta relajante para alguien puede ser percibido como incómodo por otra persona. Una solución a medida es lo que te permite tener la almohada más adecuada para ti, maximizando así la experiencia de relax en tu cama.

Posicionar el cuello a la altura correcta es un factor clave para tu salud. No te conformes.

Elige la mejor almohada PARA TI, en función de tus preferencias, tus necesidades, tu modo de dormir o, aún mejor, según lo que te ayude a cambiar tus malos hábitos a la hora de dormir.

Nightingold puede ayudarte a encontrar la opción más adecuada para TI. Descubre nuestra solución innovadora y el proceso que seguimos para crear TU almohada.

The brand Icon of Nightingold_The Nightingale, a bird whose lirical song is utilized as a treatment to relaxNo dudes en contactarnos para pedir información o realizar cualquier otra consulta. Para ello haz clic sobre nuestro Ruiseñor.

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